COMPROMETIDOS CON EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN MFA

24 Mar COMPROMETIDOS CON EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN MFA

MFA: COMPROMETIDOS CON EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN

El pasado 30 de enero la Familia Albertiana mantuvo la reunión programada para el mes. En esta ocasión se escogió un tema de viva actualidad, la Carta Encíclica de S.S. Francisco Laudato Si. Y es que el compromiso con el cuidado de la casa común no es solo de los gobiernos e instituciones, como señalaba nuestra coordinadora Sara en la presentación, sino especialmente de las familias y es que en ellas están creciendo las semillas de una nueva sociedad, nuestros hijos e hijas, nuestro compromiso y ejemplo serán modelo para su compromiso y ejemplo futuro.

Iniciamos la charla con una oración y que mejor que la que sirve de colofón a la encíclica objeto de la reunión, ojalá seamos capaces de transformar en obra nuestros deseos:

“Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz,

para proteger toda vida,.                                 

para preparar un futuro mejor,

para que venga tu Reino

de justicia, de paz, de amor y hermosura”.

Tras ello la H. Mª Jesús expuso las que deben de ser las claves de lectura de la carta encíclica.

• La preocupación histórica de la Iglesia por la ecología, de la que son prueba las reflexiones del papa Juan XXIII en la encíclica Pacem in Terris animando atrabajar por un mundo de paz a “todos los hombres de buena voluntad”, o las de su sucesor Pablo VI, quien denunciaba que “Debido a una explotación inconsiderada de la naturaleza, [el ser humano] corre el riesgo de destruirla y de ser a su vez víctima de esta degradación”
• ¿Qué mensaje nos quiere dar el Santo Padre?
• ¿Qué mundo es el que queremos dejar a las generaciones futuras?
• ¿Cómo cuidar de la casa común?, para lo que nos invitaba a usar el método del padre Cardijn, VER à JUZGAR à
• Conciencia de que todos contribuimos a la destrucción de la creación. El Santo Padre, citando al Patriarca Bartolomé, nos recordaba que en la medida en que “todos generamos pequeños daños ecológicos”, estamos llamados a reconocer “nuestra contribución – pequeña o grande – a la desfiguración y destrucción de la creación”.
• La indiferencia ante la tragedia mundial, nuestras acciones provocan cambios climáticos, catástrofes, … obligando a poblaciones enteras a migrar con gran incertidumbre por el futuro de sus vidas y de sus hijos. La Carta señala: “La falta de reacciones ante estos dramas de nuestros hermanos y hermanas es un signo de la pérdida de aquel sentido de responsabilidad por nuestros semejantes sobre el cual se funda toda sociedad civil”.
• Mirar el mundo como lo mira Dios. El Santo Padre nos invita a pedirle a María mirar este mundo con ojos más sabios, los ojos de Dios.

La reflexión y el posterior trabajo por grupos nos ayudó a dar un paso más para afrontar uno de los Desafíos que nos propone el Capítulo:

“Ser testimonio de la preferencia de Dios por los más necesitados, a través de nuestro estilo de vida de sencillez, austeridad, acogida, escucha, cercanía y justicia”. (EG 197-201; EG 48).

Seamos testimonio y enseñemos a nuestros niños a cuidar nuestra casa común a través de un estilo de sencillez, acogida y solidaridad. Nuestras pequeñas acciones pueden tener importantes resultados.

Tras la reunión tuvimos la alegría de celebrar la Eucaristía con nuestro querido P. Peinadosj., ya recuperado de su reciente enfermedad.